domingo, 1 de abril de 2012


DEJAR EL CIGARRILLO SIN GANAR PESO.

Según estudios realizados sobre el tabaquismo, se ha comprobado que el hecho que se engorde al dejar de fumar, es debido a que se come más y no al hecho en sí de suprimir el tabaco.
Además, se suele engordar unos 2 Kgr., que al año, más o menos de haber dejado de fumar, se pierden. Así es que, partiendo de esta base, sabemos que si dejamos de fumar a la vez que controlamos nuestra dieta, no engordaremos.

De todas formas hay que decir, que hay personas que no engordan al dejar de fumar y las hay que engordan porque tienen ya de por sí problemas de peso, que disimulan sustituyendo la comida por el tabaco.

El problema que acarrea el tabaquismo es la dependencia que ocasiona la nicotina, ya que quita el apetito y acelera el metabolismo quemando hasta 200 calorías sin hacer ningún tipo de deporte. Entonces hay que ver si la persona al dejar de fumar es de las que engorda o no. 
Si Vd. es uno de los que engorda, deberá hacer un poco de ejercicio, para compensar esas calorías y por supuesto, deberá tener cuidado con lo que come o simplemente no comer más de lo que comía antes, para así mantener su peso.

Deberá tener mucha voluntad, para no comer más de lo normal, ya que a medida que se le vaya despertando el olfato, sentirá más ganas de comer. Existen una serie de trucos para no caer en la tentación y dejarse vencer por el apetito:
  • Hacer más deporte (andar, correr, gimnasio, bicicleta, senderismo…) y permanecer menos en ambientes cerrados donde pueda haber humo.
  • No empezar ningún régimen al mismo tiempo, al contrario comer bien y de casi todo para no tener hambre: comer muchos hidratos de carbono, frutas y verduras (por las vitaminas, es importantísimo tomar Vitamina C) y comer de todo: carne, pescado, pollo,…pero hervido o a la plancha o al horno, suprimir las grasas y los fritos.
  • Buscarse productos desnatados, crudités, zumos, frutas, yogures para poder comer cuando uno tiene tentaciones de comer o fumar. La fruta puede sustituir las ganas de comer algo dulce y los caramelos sin azúcar también le entretienen.
  • Consumir productos, que contribuyan a recuperar el organismo del tabaquismo lo antes posible, por su contenido en: ácidos omega-3, vitamina B, beta-carotenos, como son: los cereales integrales, les berros, el pescado azul, las zanahorias, y el germen de trigo.
  • Respirar hondo y llenar el abdomen de aire ayuda a quitar la ansiedad.
  • Beber mucha agua entre comidas y un vaso antes de comer, quita el apetito.
  • No beber alcohol, porque contiene muchas calorías,que justamente en esos momentos no nos hacen ninguna falta.
!En esta guerra todo vale! Lo importante es conseguirlo. 
Dejar de fumar sin engordar y utilizando todos los trucos posibles para conseguirlo.
 !Animo y buena suerte!

La puerta ancha y la puerta angosta


Sin dolor no hay ganancia: La puerta ancha y la puerta angosta

El ser humano -como cualquier animal- instintivamente busca el placer y evita el dolor. Sin embargo, no hay forma de lograr grandes cosas, de cambiar, de progresar en la vida, sin primero saborear un poco de dolor. Es la meseta que se interpone entre nosotros y todo hermoso valle al que nuestros sueños nos quieren llevar.
Todo gran reto, toda hazaña que querramos conquistar implica un sacrificio. Como dice el dicho “sin dolor no hay ganancia.” Nuestros sueños pueden tener muchas formas, algunas más simples y otras más complejas, pero en la construcción de cualquiera de ellos necesitamos ser capaces de invertir al menos un poco de sufrimiento, si es que de verdad vale la pena.
Sin dolor no hay ganancia: La puerta ancha y la puerta angostaUn ejemplo diario es el tener quelevantarse temprano todos los díaspara ir a trabajar; seguro, a nadie le gusta, todos preferiríamos seguir durmiendo. Sin embargo es un sacrificio que rinde sus frutos. A todos nos gusta cobrar nuestro sueldo y poder utilizar ese dinero a nuestro antojo para divertirnos con amigos, comprar cosas o ayudar a otros. Lo mismo ocurre con cualquier cosa que nos determinemos a emprender. Si queremos tener una mejor figura podemos hacer ejercicio y cuidarnos en lo que comemos. Esto sin duda implica un sacrificio; los músculos pueden empezar a doler, y significaría abstenernos alguna que otra vez de un buen pedazo de torta, pero es el precio que se paga para ir adonde se quiere llegar. Lo mismo sucede con cualquier cosa que querramos lograr; aprender música, artes marciales, construir una casa, pintar un cuadro, entrenar el cuerpo o vencer un vicio.

La puerta ancha y la puerta angosta

Por lo general hay dos posibles caminos que podemos emprender ante distintas circunstancias. Lo que se podría llamar la puerta angosta, sería evitar el dolor en primera instancia, siempre buscar primero el placer. Olvidar la dieta, comerse el Big Mac. Olvidar el gimnasio, tirarse a ver tele. Este puede parecer el camino más fácil, pero en realidad a largo plazo lo terminamos pagando. El camino ancho se va estrechando y al final no es tan placentero. Lo mismo sucede con muchos otros ejemplos, donde se elige primero el placer inmediato sin considerar las consecuencias a largo plazo.
Sin dolor no hay ganancia: La puerta ancha y la puerta angostaLa puerta angosta es el camino por el que más cuesta entrar al principio; hay que sudar, hay que sacrificarse, hay que experimentar dolor, en menor o mayor medida, pero a medida que se avanza se hace cada vez más fácil, y al final la recompensa es enorme, una ganancia muy grande. Soportar la frustración de querer lograr algo y no poder hacerlo es algo muy doloroso, pero después de vencer la resistencia, después de lograr lo que queríamos, el sabor del éxito, de ver nuestros sueños cumplidos, hace que todo haya valido la pena.
En una película escuche la frase “No podés saborear lo dulce sin lo amargo” y en otra “El dolor es la debilidad saliendo de tu cuerpo.” Esta dinámica se cumple, y queda en nosotros el correr como cobardes y vivir incomodamente en la mediocridad, o hacernos fuertes y estar dispuestos a dar la cara al dolor en pos de nuestros sueños. Elegí la puerta angosta.

RESULTADOS DE DEJAR DE FUMAR




Que fumar es perjudicial para la salud no es una sorpresa para nadie. De hecho, hace ya más de 50 años que surgieron las primeras evidencias que lo demostraban. 
Pero ¿qué pasa cuándo se abandona el tabaco? Según un trabajo publicado hoy en JAMA, tan sólo cinco años después de dejar de fumar, el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares se reduce en más de un 60% entre los no fumadores. Para otras patologías, ha de pasar más tiempo.
Hasta ahora no existían trabajos que señalaran el tiempo necesario para que el riesgo de morir por enfermedades tabáquicas se asemejara al de un no fumador. Según explicó a Público la investigadora de la Universidad de Harvard Stacey Kenfiel, autora principal de estudio, "hay muchas consecuencias inmediatas del acto de dejar de fumar, como respirar mejor y reducir la tensión arterial".
Pero los datos sobre las consecuencias en el riesgo de morir han venido de la mano de una de esas grandes cohortes que se estudian durante años y que ofrecen respuestas para cuestiones diversas. Se trata del Estudio de la Salud de las Enfermeras (Nurse's Health Study) que ha escrutado el estado físico de 104.519 enfermeras estadounidenses entre 1980 y 2004.
El alto número de participantes ha permitido comparar las tasas de fallecimiento entre las adictas a la nicotina, las que no lo son y las que lo fueron pero abandonaron el hábito. 
La buena noticia es que, según los resultados, dejar de fumar merece siempre la pena porque no ha de pasar más de un lustro para que el organismo se olvide de que una vez existió adicción a la nicotina.
La mala es que el riesgo tarda más en desaparecer en ciertas enfermedades, incluyendo algunas graves como el cáncer de pulmón. La posibilidad de morir por esta neoplasia no se equipara a la del no fumador hasta 30 años después de abandonar la nicotina. Aunque el estudio se ha hecho con mujeres, Kenfiel cree, en todo caso, que los resultados son extrapolables al sexo opuesto. 
Para esta investigadora, el mensaje principal debe ser que "nunca es tarde para dejar de fumar". De hecho, la investigadora recomienda dar este paso incluso a los mayores de 70 años, dados los beneficios inmediatos y los observados a corto plazo.

Un 13% menos de riesgo de muerte

1. Muerte en general
A los cinco años de dejar de fumar, los ex adictos reducen  su riesgo de morir por cualquier causa un 13%. A los 20 años se equipara al de un no fumador.
2. Patología cardiovascular
En lo que más se nota el abandono del tabaco es en el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular, la primera causa de muerte en los países desarrollados. Las posibilidades de fallecer por el desarrollo de una patología cardiaca disminuyen en un 61% y las de hacerlo por enfermedad vascular, como un ictus, en un 42% a los cinco años.
3. Enfermedad respiratoria
Un lustro después de abandonar el tabaco,  el riesgo de morir por una enfermedad respiratoria se reduce en un 18% y se equipara al del no fumador a los 20 años del abandono del tabaco. El cáncer de pulmón no se incluye .  

Tomar Conciencia

¡NO VOLVER A PONER UN CIGARRILLO EN SU BOCA!



Tomar conciencia para un cambio de actitud: Lo primero que debe hacer es cambiar una mentalidad que le lleva a un hábito que perjudica muy seriamente su salud.

Si desea dejar el tabaco, debe tomar conciencia del perjuicio de fumar.Esta concienciación debe servir para fortalecer su voluntad y auto prohibirse practicar "la cabeza de avestruz". Es decir, usted esconde la cabeza cada vez que escucha los riesgos asociados al tabaco. Sáquela y escuche, lea, sea una esponja a la hora de conocer con detalle todos los males que le provoca el tabaco y el hábito de fumar.
 
Una vez que se haya informado bien, haga una lista con las razones a favor y en contra del tabaco y repásela diariamente.
 
Comparta sus problemas y debilidades:  Aprenda a ser humano. Si tiene un hombro en el que llorar puede ser más llevadero, hable con personas que comparten sus problemas y debilidades, quizás le pueda ser muy útil. Desahóguese. 

Cuide su alimentación: Si compensa su dependencia del tabaco con una alimentación inteligente, equilibrada, minimizará la dependencia del tabaco y evitará el riesgo de ganar peso asociado a dejar de fumar. Reforzará su voluntad si se conciencia en llevar una vida sana. Vea consejos sobre alimentación y para adelgazar.

Duerma bien: Le ayudará a relajarse. Si tiene problemas en conciliar el sueņo procure caminar un par de horas antes de dormir, darse un baņo caliente de tal forma que le disminuya la tensión y le relaje.

Prepare un buen programa para ocupar su tiempo: Usted conoce aquellas situaciones que le llevan a fumar  y aquellas otras en las que casi se olvida del tabaco. Propicie actividades y situaciones en las que se olvide de sus cigarrillos. Emprenda un programa de actividades anti-tabaco, trate de evitar aquellas situaciones que le incitan a fumar. Evite el estrés. 

Muévase y haga ejercicio: Trate de iniciar un programa de ejercicios acorde con su edad y forma física. Si no está en buena forma trate de iniciar actividades sencillas como caminar o probar cosas nuevas como Pilates. Lea nuestro consejos para caminar y hágalo una hora o dos diarias. 

Beba agua: Consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento. Como mínimo beba más de dos o tres litros de agua diaria. Le ayudará a eliminar toxinas y a encontrarse mucho mejor.

No se haga la víctima y genere pensamientos positivos: Dejar de fumar es un regalo para usted, su cuerpo, su familia, sus compaņeros de trabajo. No se haga la víctima, intente atraer su mente con pensamientos positivos, aprenda a pensar en positivo.

No se auto medique: Consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento. No utilizar fármacos para dejar de fumar que no se hayan conseguido a través de tratamientos garantizados y autorizados.

Aprenda a relajarse: Hay sencillos métodos para la relajación y respiración. 

El tabaco y la mujer

El Tabaco y la Mujer


Hoy quise escribir acerca de un tema más interesante que los anteriores, asimismo como de gran trascendencia por la cercanía de ello y por lo poco conocido que es entre nosotras: los efectos del cigarrillo en nosotras las mujeres.


En los últimos 10 aņos, la población de mujeres fumadoras en nuestro país y en el mundo ha aumentado considerablemente, al punto que actualmente iguala técnicamente a la de hombres fumadores, llegando incluso a superarla en algunos sondeos. La diferencia está en que el tabaco, aparte de todo lo que se sabe que produce (y que hemos visto algunos puntos anteriormente), produce también graves efectos unicamente en la mujer, los que trataremos de explicar a continuación.


En primer lugar, el tabaco contiene sustancias que actúan oponiéndose al efecto de las hormonas propias de la mujer, lo que genera un desbalance entre las hormonas masculinas y femeninas que normalmente hay en el organismo. Esto lleva a las hormonas masculinas que tengan un mayor efecto, llegando a desarrollar ciertos rasgos masculinos como voz ronca o aumento del vello corporal (axilar, púbico, etc).

Además, el tabaco disminuye la llegada del oxígeno a la piel, lo que hace que envejezca antes de lo esperado, dando como resultado arrugas, calvicie, patas de gallo y todo eso que tanto se intenta evitar.


Junto con esto, el hábito de fumar puede provocar varias otras alteraciones, como por ejemplo:
  • - Menopausia precoz y todo lo que involucra (enfermedades como la osteoporosis, menstruaciones irregulares y más dolorosas,infertilidad, por ejemplo).
  • - Problemas en el embarazo: abortos, partos prematuros, etc.
  • - Problemas con el uso de anticonceptivos: se sabe que las mujeres fumadoras que consumen anticonceptivos tienen riesgo a formar coágulos, que se pueden desprender y causar graves enfermedades como trombo-embolismo pulmonar y otros, asi que lo recomendable es dejar fumar si se quieren utilizar anticonceptivos.
Así que, como ven, es peor fumar siendo mujer que siendo hombre. La decisión ahora es tuya, pues ya estás informada.-